El hormigón de cáñamo entra al Código de Construcción de EE. UU. y redefine el futuro de la vivienda sostenible
Estados Unidos aprueba las pruebas de resistencia al fuego del hormigón de cáñamo para el Código Residencial 2027, marcando un antes y un después en la arquitectura ecológica mundial.
Una revolución silenciosa acaba de encender la chispa en el mundo de la construcción sustentable. Por primera vez, el hormigón de cáñamo y cal (hempcrete) fue aprobado oficialmente en Estados Unidos dentro del Código Internacional de Vivienda Residencial (IRC), tras superar las pruebas de resistencia al fuego exigidas por la norma ASTM E119. Esto significa que, a partir de 2027, los muros de cáñamo-cal tendrán una clasificación de resistencia al fuego estandarizada, comparable con los sistemas tradicionales de ladrillo, hormigón y yeso. Un salto histórico que deja atrás años de ensayos, permisos inciertos y burocracia para los constructores que apostaron por esta biotecnología natural.
Hasta ahora, el cáñamo-cal figuraba como apéndice experimental dentro del código 2024, validado solo para muros de relleno no estructurales. Con la nueva norma, pasa de ser una curiosidad ecológica a un material reconocido, codificado y respaldado por ley, capaz de competir con los gigantes de la construcción moderna.
Más allá del fuego: seguridad, salud y planeta
El hormigón de cáñamo no arde ni se derrite. Al exponerse a las llamas, se carboniza en la superficie, bloqueando la propagación del fuego sin liberar gases tóxicos. Además, “respira”, permitiendo la evaporación de la humedad y previniendo el moho, una ventaja sanitaria clave frente a los aislantes sintéticos.
A esto se suma su huella de carbono negativa: cada muro de cáñamo-cal captura más CO₂ del que emite en su ciclo de vida. Por eso, su reconocimiento regulatorio no es solo una victoria técnica, sino un paso ambiental decisivo.
Efecto dominó mundial
El cambio normativo impactará más allá de las fronteras estadounidenses. Países como Australia, Canadá y miembros de la Unión Europea ya evalúan armonizar sus códigos de construcción con materiales regenerativos. Lo que hoy valida el International Code Council (ICC) podría convertirse mañana en un estándar mundial para edificaciones de bajo impacto.
Inversión con propósito
Con esta nueva legitimidad, el sector del cáñamo se abre a una ola de inversión responsable: menos riesgo regulatorio, más confianza. Desde desarrolladores inmobiliarios hasta aseguradoras y bancos, todos miran hacia el mismo horizonte: la construcción circular, resistente y climáticamente coherente.
“El hormigón de cáñamo que hoy es una novedad, es el futuro de la vivienda sostenible”, afirmó Ramon Granados, especialista de Hemp Engineering Pty Ltd, impulsora del avance.
Cada bloque de cáñamo y cal ahora representa una oportunidad: construir hogares más seguros, regenerativos y humanos.
Y sí, como diríamos en Radio Sativa, esta revolución también crece desde la tierra.
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